En el corazón del desierto de Atacama, una de las regiones más áridas y extremas del mundo, surge la necesidad de soluciones innovadoras para la construcción. El Dr. Vicente Zetola Vargas, investigador de la Universidad Católica del Norte y colaborador de CIPYCS , lidera estudios pioneros en el desarrollo y optimización de materiales para la construcción, con un enfoque especial en los hormigones. Su investigación busca no solo mejorar la durabilidad y sostenibilidad de este material, sino también utilizar desechos de la industria.

Entre los principales temas de su investigación se incluyen: la biomineralización de calcita inducida por microorganismos alcalófilos nativos del Norte Grande de Chile para el sellado de grietas en hormigón; el uso de materiales de cambio de fase para la acumulación de calor en morteros y hormigones, con el fin de mejorar el comportamiento térmico; la incorporación de desechos de la minería en morteros y hormigones, como relaves de cobre y otros; la durabilidad del hormigón armado (incluyendo el ataque por sulfatos y la corrosión de armaduras); el uso de adiciones en cementos para mejorar su durabilidad; y la utilización de diversos materiales de desecho, tanto de la construcción como de otros sectores, como agregados para materiales a base de cemento Portland, cal y yeso.

“El hormigón armado sigue siendo el material más utilizado en la construcción moderna, pero en zonas como el norte de Chile, enfrentamos desafíos ambientales únicos, como altos gradientes de temperatura, ambientes salinos, exposición a agentes corrosivos de la minería y la necesidad de utilizar desechos de la minería y construcción”, explica Zetola. “Mi trabajo busca potenciar este material mediante tecnologías avanzadas que aumenten su resistencia y/o durabilidad, reduzcan su impacto ambiental y aseguren estructuras con mayor vida útil, lo que las hace más sostenibles.”

La optimización del uso de hormigón no solo mejora la calidad de las edificaciones, sino que también abre nuevas oportunidades para la construcción de infraestructuras capaces de soportar las condiciones más exigentes. Además, su investigación en tecnologías de materiales ofrece alternativas que promueven prácticas constructivas más sostenibles, contribuyendo a mitigar los efectos del cambio climático en las zonas urbanas y territoriales del norte de Chile.

“El hormigón armado sigue siendo fundamental, pero su verdadera vigencia radica en la capacidad de adaptarlo a los desafíos específicos de cada entorno, mejorando su durabilidad y vida útil. En el norte de Chile, estamos demostrando que es posible construir de manera más resistente y sostenible mediante la innovación en materiales y sistemas constructivos”, afirma el investigador.